Con esta primera entrega, iniciamos una serie de vídeos en los que pasaremos revista a los aspectos técnicos y condicionales del deporte en tres dimensiones, el triatlon.
Comenzamos con la carrera a pie. La carrera suele ser para casi todos los triatletas la disciplina más dura de entrenar y la más lesiva. Normalmente los inicios suelen ser a menudo difíciles, cuesta encontrar el “gusto por correr” pues normalmente suele ocurrir que se afronta el entrenamiento con poco fundamento, desde un enfoque de rendimiento prematuro que a muchos les hace hasta aborrecer la actividad.
Hay que comenzar a entrenar atendiendo a la base aeróbica y al acondicionamiento del sistema locomotor, preparándonos para el entrenamiento posterior, pero sin afrontar un entrenamiento propiamente dicho. La premura en adherirse a programas de entrenamiento sistemático obliga a muchos a abandonar, lesionados o sencillamente hastiados y aunque a menudo se continúe entrenando, un inicio de la actividad que no contemple las etapas iniciales provocará una limitación en el trayecto de progresión del individuo, acelerando el proceso inicial, pero acortando el recorrido de mejora en el tiempo.
Hay que contemplar el entrenamiento, como decimos, de acondicionamiento, y también el de los aspectos coordinativos, este último aspecto redundará en una mayor agilidad y soltura a la hora del desempeño, y también posibilitará que la técnica correcta pueda ser desarrollada con mayores garantías de asimilación y perfeccionamiento.
En este supuesto nos centramos: antes de realizar ejercicios analíticos o aplicados, realizamos unos ejercicios de “pretécnica” que nos faciliten la asimilación y aprovechamiento de la tareas de técnica propiamente dicha.
Comenzando con los fundamentos de la carrera, ¡llegaremos corriendo mucho más lejos!
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